Empecé a usar luz roja por la noche y tú también deberías hacerlo
En abril de 2023 decidí hacer un experimento. Inspirada por contenido que veía una y otra vez en redes (instagram) de influencers de salud integrativa; tomé la iniciativa de, al terminar la cena, olvidarme de pantallas y encender luces rojas en el salón de casa. El objetivo: mejorar la calidad de sueño y restaurar mis ritmos circadianos. Lo que no sospechaba en ese momento era que había empezado un viaje de ida a la restauración de mi glándula pineal. No dejo de agradecerme el haberlo puesto en marcha.
Vivimos con los Ritmos Circadianos alterados: La vida contemporánea nos ha llevado a desafiar constantemente nuestros ritmos naturales. Las pantallas brillantes de TV y teléfonos, las luces LED y la iluminación nocturna perturban nuestro reloj biológico interno, afectando la calidad del sueño y, en última instancia, nuestra salud. En mi caso, había naturalizado padecer insomnio crónico y dormir sin llegar nunca a descansar del todo, dependiendo de suplementaciones de melatonina para el resto de mi vida. Un ser humano saludable, además de tener una analítica perfecta, debería ser capar de tener un sueño reparador. Esto a la larga afecta a los procesos cognitivos cerebrales y a todo el sistema de toma de decisiones.
Nuestros cuerpos están intrincadamente vinculados a un reloj interno conocido como ritmo circadiano, que depende de los ciclos solares. Este sistema biológico está regido por nuestra glándula pineal, y regula funciones esenciales como el sueño, la temperatura corporal y la liberación de hormonas. También es el que nos avisa, sin necesidad de reloj, que es hora de comer o cenar. La exposición a la luz natural durante el día y la oscuridad durante la noche es fundamental para mantener este reloj en sintonía.
El problema de la Luz Azul: La luz azul, común en dispositivos electrónicos y luces LED, interfiere significativamente con los ritmos circadianos, porque inhibe la producción de melatonina, que es la hormona del sueño. Aunque uses luz roja horas antes de dormir, mirar una notificación de teléfono unos segundos interrumpirá abruptamente la producción de melatonina durante horas, lo que dificulta conciliar el sueño después de la exposición nocturna. Tras meses meditándolo, decidí probar a usar luces rojas en casa. A diferencia de la luz azul, la luz roja tiene un impacto mínimo en la melatonina así que es perfecta para usarla por la noche. Os admito que al principio era un poco reticente, sin embargo en pocos días experimenté cambios positivos tanto en mi calidad de sueño como en mi bienestar general.
Beneficios de la Luz Roja por la Noche:
Preservación de la Melatonina: La luz roja minimiza la supresión de la melatonina, permitiendo que esta hormona del sueño se libere de manera natural, facilitando el inicio del descanso nocturno. Al adoptar la luz roja, la calidad del sueño mejora. El sueño es más profundo y reparador, lo que contribuye a una mayor sensación de frescura al despertar.
Reducción del Estrés Oxidativo: La exposición a la luz roja también se ha asociado con la reducción del estrés oxidativo en el cuerpo, un factor clave en la salud general y el envejecimiento.
Es beneficioso para la glándula pineal: La glándula pineal es lo que se conoce como "tercer ojo", el sexto chakra, situado en la frente, aunque realmente es un pequeño órgano (no más de 8mm) situado en lo más profundo de nuestro cerebro, que se encarga, entre otras cosas, de la producción de melatonina.
Cómo Adoptar la Luz Roja en Tu Rutina Nocturna:
Bombillas Especiales: Cambia las bombillas en tus lámparas de noche por aquellas que emiten luz roja. Esto te permite mantener la iluminación sin alterar tus ritmos circadianos. Invierte en lámparas específicas que emitan luz roja para crear un ambiente acogedor y relajante antes de dormir.
Filtros de Luz Azul: Considera utilizar filtros de luz azul en dispositivos electrónicos o aplicaciones que ajusten automáticamente el espectro de luz en la pantalla durante las horas nocturnas. Deberían estar activos desde la puesta de sol. Lo ideal es no usarlos una vez ha entrado la noche, pero entiendo la dificultad de este punto. También existen gafas protectoras que nos bloquean el espectro de luz azul.
Velas: La luz del fuego no emite luz azul. Prioriza las velas de cera de abeja antes que las de parafina, que sueltan tóxicos en el ambiente. A mí me resulta especialmente reconfortante. Además me ayudan a distinguir colores: bajo la luz roja, las cosas se ven en matices de rojo y negro. Si necesitas distinguir colores en alguna actividad, te aconsejo el uso de velas. De hecho, me encuentro en una fase de transición, gastando las velas de parafina que tengo en casa y sustituyéndolas poco a poco por otras de materiales naturales. Si eres de los que tienes una chimenea en casa, que sepas que te envidio mucho.
¿Por dónde empiezo? Si tú también quieres probarlo, te aconsejo que, en la medida de lo posible, empieces usando cosas que ya tengas por casa. A mí hacer la transición me resultó relativamente sencillo, porque ya tenía un par de bombillas RGB por casa, así que las instalé en una lámpara de pie (Gracias, IKEA) y las encendí en color rojo. También reutilicé tiras de led en en baño, que no iluminan demasiado pero me daba lo justo para lavarme los dientes y atinar con el papel higiénico.
¡Nada de pantallas por la noche! Poco a poco estoy alargando más el tiempo que paso expuesta a la luz roja, en invierno es significativamente más difícil que en verano. Nos hemos acostumbrado a que nuestro ocio nocturno dependa de una pantalla. En un mundo tan frenético como el que vivimos, separarnos de ella es un auténtico acto de rebeldía. Estas son algunas de las cosas que hago cuando enciendo las luces rojas en casa:
Lectura (con buena iluminación no daña la vista en absoluto). Llevaba arrastrando un bloqueo lector desde hace varios años, y por fin lo he superado. En mi caso, me ha ayudado que fueran libros de no-ficción sobre temas en los que tenía curiosidad. Así, como aporte, la mayoría de libros que se reseñan en este espacio han sido leídos (y subrayados) bajo la luz roja.
Me tumbo 20 minutos en una esterilla de acupresión (más adelante os hablaré de ella)
Meditación. Nunca encontraba tiempo para ello. Verme de repente con una hora por delante en la que no podía acceder a redes sociales me animó a retomar ese hábito.
Escribir un diario: Si tengo algo que anotar, aprovecho para ponerlo al día. Esto también se aplica al diario de agradecimiento, al diario de manifestación o, si tienes, tu bullet journal.
Adoptar la luz roja por la noche ha sido un cambio muy positivo en mi vida diaria. Restaurar mis ritmos circadianos no solo mejoró mi sueño, sino que también tuvo un impacto positivo en mi bienestar general, recuerda que todo lo que implique cuidar de tu glándula pineal va a repercutir positivamente en tu salud, estabilizará tu humor y será de gran apoyo a la hora de tener una mente fuerte, además de mantenerte conectado con tu subconsciente. Las personas que somos espirituales sabemos la importancia de cuidar nuestra pineal. Si buscas una forma sencilla y natural de mejorar tu calidad de sueño, considera hacer la transición hacia la luz roja. Desafía las normas modernas, abraza el poder restaurador de la luz roja. Tu cuerpo y mente te lo agradecerán.
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